Lourdes Gutiérrez Palacios. 10/12/2021 en su Facebook.
Siendo la Plaza el centro de la Villa debe de ser también el centro de la fiesta. No podía ser de otra manera, porque, además, reúne todos los requisitos (hasta vecinos que molestar).
He decidido dedicar a este tema dos paseos. Los motivos que me han llevado a ello son: por un lado, ya conocéis mi obsesión por contemplar más que por engullir y por otro, mi temor a que los dos pilares que integran la fiesta, lugar de celebración y música, se pisen y uno no deje suficiente espacio al otro.
Fiestas de la Cruz:
La Voz de Liébana. Número 315. Potes, 17 de septiembre de 1912. Fiestas de la Cruz:
(...) «En la plaza de la villa continuó tocando la banda y bailando la gente hasta la hora de cenar.» (...)
«Ayer domingo la banda municipal de esta villa amenizó el paseo de la tarde en la Serna y el de la noche en la Plaza, viéndose ambos muy concurridos y bailándose mucho.»
La Voz de Liébana. Número 421. Potes, 19 de septiembre de 1914. Las Fiestas de la Cruz:
(...) «Aquella noche se reunió mucha gente en la plaza, que aparecía iluminada con farolillos y los soportales con algunas bombillas eléctricas, novedad que se aplaudió porque hacía gran falta aumentar el alumbrado allí y en otros sitios de la villa. Desde un bonito templete levantado en el centro de la Plaza, rodeando la farola, y adornado con gallardetes y guirnaldas, amenizaron incansablemente un baile animadísimo que duró desde las nueve hasta media noche, la banda de música de don Antolín Viñas y el gaitero de Alles. Este, hablando sinceramente, gustó poco a los bailadores, que, sin embargo, a cambio de la impericia le reconocían buena voluntad. La banda pareció a todos bien y tocó mejor que otras veces. Los fuegos artificiales fueron modestitos, pero entretuvieron y fueron aplaudidos sobre todo una pequeña traca, Campuzano hecho un consumado pirotécnico.» (...)
La Voz de Liébana. Número 765. Potes, 30 de septiembre de 1924. Las fiestas de la Cruz:
(...) «La música, que es el elemento indispensable en estas fiestas, cumplió su cometido a satisfacción de todos. Sin grandes pretensiones, y, por tanto, sin que el público tuviera derecho a mostrarse exigente, tocó con bastante afinación, para los que oían, y con no menos constancia, para los que bailaban. Por más que éstos demostraban una resistencia a toda prueba, pues para no perder tiempo durante los necesarios descansos que se tomaban los músicos, disponían de un piano de manubrio que tan pronto como cesaban de soplar aquellos, entraba en funciones y no lo dejaba hasta que los músicos volvían a empezar. Y así cuatro noches que hubo velada en la Plaza, que se hallaba iluminada con bombillas de luz eléctrica y farolillos de papel, y en cuyo centro se había levantado un templete para la música, sin perjuicio de bailar también durante los ratos que, a mediodía, tocaba la música en la Plaza. La música, los globos, los cohetes, los fuegos artificiales que se quemaron una de las noches en la Plaza, fueron los números que pudiéramos llamar ordinarios del programa, los otros, los extraordinarios, fueron la tómbola, la función de teatro, el concurso de bolos y la fiesta en Santo Toribio.» (...)
La Voz de Liébana. Número 789. Potes, 30 de septiembre de 1925. Las Fiestas de la Cruz:
(...) «Ya en la víspera, por la tarde y por la noche, había habido baile en la plaza, alternando la banda de música con el piano de manubrio; y en la misma forma se bailó el día de La Cruz por la tarde y por la noche, y al día siguiente a mediodía y por la tarde. La gente joven no puede quejarse, pues se entregó sin descanso a su diversión favorita.» (...)
La Voz de Liébana. Número 812. Potes, 20 de septiembre de 1926:
(...) «Como el elemento indispensable para estos festejos es la música, la comisión contrató una banda de música de Santander, al gaitero de La Borbolla y un piano manubrio, Con estos elementos, con un tiempo espléndido y con un público dispuesto a no desperdiciar ocasión para divertirse, no hay para qué decir que las fiestas resultaron animadísimas.
Ya el lunes, 13, por la tarde, llegó la banda de música y el gaitero, y aquella misma noche se celebró una animada verbena, en la plaza, que se había adornado con postes cubiertos de guirnaldas de follaje, con banderitas de colores y farolillos de papel, habiéndose colocado en el centro, una tribuna para la música.» (...)
Tengo que aclarar que La Borbolla es una parroquia del concejo de Llanes.
La Voz de Liébana. Número 837. Potes, 30 de septiembre de 1927. Las fiestas de la Cruz.:
(...) «Todos los días que duraron las fiestas, la banda de Santoña se mostró incansable, tocando en la plaza a medio día, por la tarde y por la noche, organizándose a dichas horas un concurrido paseo y un animado baile, alternando con dicha banda, para que los bailarines no se quejaran de que perdían el tiempo, el gaitero y el piano de manubrio, dando los bailarines prueba de una resistencia digna de que les otorguen el campeonato.
Todo el trayecto comprendido desde el Banco Mercantil hasta la terminación de la plaza, se hallaba adornado con mástiles y guirnaldas de follaje, banderitas de colores y farolillos de papel que le daban vistoso aspecto y en el centro de la plaza se había levantado una tribuna con colgaduras con los colores nacionales, para la música.
El público quedó satisfecho y la Comisión también puede estarlo por el éxito obtenido.» (...)
La Voz de Liébana. Número 860. Potes, 18 de septiembre de 1928:
(...) «El baile y las verbenas nocturnas se celebraban en la plaza, que estaba adornada con gallardetes y arcos de follaje, y con guirnaldas de colores y farolillos de papel, ofreciendo un alegre aspecto. Lástima que por la noche estuviera a oscuras por falta de fluido.» (...)
San Vicente Mártir: Patrono de Potes
La Voz de Liébana. Número 439. Potes, 23 de enero de 1915. Al Vuelo:
(...) «La parte profana de la fiesta quedó reducida al concierto que la Banda municipal que dirige el Maestro Viñas dio en la Plaza por la tarde y que la gente aprovechó para pasear y bailar en los soportales, único medio de entrar en calor, por que el día estuvo de riguroso invierno, lloviendo y granizando sin cesar y con viento frío que hacía más desagradable la estancia al aire libre.»
San Juan
La Voz de Liébana. Número 879. Potes, 15 de julio de 1929. La noche de San Juan:
«La juventud de la Villa se divierte, conservando la tradición, pero ya muy adulterada; como día de domingo, y la danza priva, mucho baile en la Plaza, después cine, a cenar, y vuelta a la danza en la verbena...» (...)
Sigue en Paseando por el Viejo Potes (XVIII).