Personajes

“FONSÍN, EL DE COSGAYA”

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Alfonso Alonso Díez, "Fonsín", nació en Cosgaya en 1921. De familia ganadera, cuenta José Ramón Saiz que "en los veranos -como mandaba la tradición- se subía el ganado a los puertos y el cometido de Fonsín, aparte de estudiar los inviernos, se centraba en su cuidado. Ya con quince años, comenzó a cazar, que en los pueblos era una necesidad para completar la alimentación. Los más jóvenes de Cosgaya, Pembes y Espinama se organizaban en cuadrillas y subían a Picos. A Fonsin le encomendaban ir a los collados a ojear a los rebecos, lo que aprovechaba para subir al Tesorero, Santa Ana o a Peña Vieja" Y es que desde bien pronto sintió la atracción de la montaña, con anécdotas como la que recordaba Isidoro Rodríguez Cubillas en la revista Desnivel:

"En cierta ocasión me contó, con un brillo especial en sus ojos, una de sus travesías juveniles por los Picos de Europa, que no deja de ser cuando menos original: Salió con otro compañero de Cosgaya y remontando el curso del río Deva se fueron hasta Fuente Dé, de allí continuaron por el Cabén de Remoña hasta el valle de Valdeón, donde pernoctaron en casa de un pariente que tenían en Los Llanos. El citado pariente les propuso que para seguir su camino, al día siguiente, tenían que ascender por el inclinado horcado de Pambuches, cosa que hicieron, para seguir hacia la base de Peña Santa. De allí, tuvieron que bordearla por El Boquete, para continuar hasta Vega Redonda, los Lagos, y finalmente Covadonga, lugar al que había ido otro compañero suyo en bicicleta desde Cosgaya, a reservarles habitación en una pensión.

Pero resulta que al compañero se le hizo tarde, y como hacía mal tiempo, optó por darse la vuelta. Al llegar Fonsín y su acompañante a Covadonga, ya entrada la noche y bajo un fuerte aguacero, a pesar de aporrear a la puerta de la pensión, no les abrieron, pues era la época de la postguerra y andaban los maquis por aquellas montañas, por lo que había mucho miedo. Así, mojados por completo, tuvieron que aguardar a la intemperie a las primeras luces del día siguiente. Un vistazo al mapa de Picos nos puede dar sobrada referencia de esta actividad".

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Ya el 14 de agosto de 1943, con apenas 22 años, coronó el Naranjo de Bulnes, junto a José Antonio Odriozola (quien sería después su cuñado, Ver), por la vía Schulze. En los años siguientes de esa década y de la de 1950, hace "tres aperturas en Peña Vieja (la SE, la SE Clásica y la Alonso-Palacios), las dos primeras ascensiones a la Aguja de la Canalona, la primera a la Norte Directa al Tiro Tirso o la segunda absoluta a la Torre Peñalba", además de nuevas escaladas al Naranjo, que subiría en toda su vida unas quince veces.

De una de aquellas ascensiones, realizada en 1948, nos da cuenta este relato, incluido en la revista Pyrenaica en 1978 (cuando Fonsín repitió la subida), a la que corresponde la foto adjunta:

"Eran los años de los pioneros, de los que subían hasta Espinama en bicicleta y luega ya andando por la pista de la mina, quizás a dormir en los invernales de Igüedri, para pasando por las Portillas entrar en aquel mundo desconocido de los Picos.

Pues bien, un día de agosto de 1948, llegaron al Refugio de Aliva, José Antonio Odriozola y Alfonso Alonso, que ya hacían sus buenos pinitos por los Picos.

Coincidieron allí con Alfonso Martínez y su primo Juan Tomás, que habían venido a cobrar su paga de guardas, andando desde Arenas de Cabrales. ¡Entonces no se cobraba por cuenta corriente...!

Duermen en el Refugio y en la tertulia previa José Antonio y Alfonso cuentan a los otros dos su intención de subir mañana a esa airosa aguja llamada en aquellos tiempos la Aguja del Madrileño y que saben todavía virgen.

Al día siguiente el tiempo es bueno. Suben los cuatro el collado de la Canalona y remontan la ladera de Santa Ana para contemplarla mejor y luego descienden hasta su base.

¡Qué voy a transcribir de su escalada! Pues que subieron por donde mejor les pareció. Hasta la horquilla con la cuerda de cáñamo a la espalda y de allí a la cumbre encordados.

Descienden por la otra vertiente y hacen también la 1ª de lo que se llama Aguja Bustamente.

Todo así de sencillo. Naturalmente eran otros tiempos. Era el 8 de agosto de 1948.

Luego Alfonso Martínez y Juan Tomás vuelven andando a Arenas y los dos lebaniegos uno a Espinama y el otro a Cosgaya. Entonces las primeras se hacían así. Con muy poco ruido y con albarcas".

En 1961 Fonsín se traslada a trabajar a San Sebastián, donde sigue en contacto con la montaña. Allí se hace socio del Club Vasco de Camping, que acabaría nombrándole "Socio de Honor", como también el santanderino Club Tajahierro. Allí será nombrado en 1970 mejor montañero guipuzcoano. También allí, será seleccionado para participar en la expedición vasca al Everest de 1974, permaneciendo cuatro meses al pie del techo del mundo, que no lograrían conquistar.

Desde Guipúzcoa, sin embargo, mantiene el contacto permanente con su Liébana y sus Picos de Europa. Desde allí, influye en la instalación del Teleférico de Fuente Dé. Desde allí, es uno de los que decide (junto a Julio Casal y Francisco Soberón), según alguna versión, la ubicación del refugio de Cabaña Verónica. Desde allí, apoya, con Odriozola, la creación del Club Deportivo Valdecoro en Espinama (Ver). Desde allí, acude a rescates como, entre otros, el que le hizo famoso, el de Lastra y Arrabal, en febrero de 1970 que contamos a continuación.

Estos dos montañeros, sorprendidos por la tormenta en plena ascensión al Naranjo de Bulnes, permanecen en la pared del Picu soportando la nieve y el frío. Lastra se mantiene en buenas condiciones pero Arrabal no.

Llevan once días cuando, según contaba ABC, "El montañero Alfonso Alonso –Alfonsín-, sentado por fuera del pequeño helicóptero de Tráfico, ha conseguido hacerles llegar comida y equipo, mientras el radioteléfono se precipitaba al vacío, estrellándose 400 metros más abajo. Las aspas del helicóptero han permanecido girando peligrosamente tan sólo a unos metros de la pared. El temple del piloto y del montañero es admirable".

Al día siguiente, ante la imposibilidad de que el helicóptero los recoja directamente, se cuenta con que "Alfonso Alonso –Alfonsín- es un fuerte alpinista que posee la necesaria fuerza, serenidad y resistencia para intentar algo distinto. Como ha hecho el día anterior para arrojarles comida, va a sentarse hacia fuera en el pequeño helicóptero «Alouette», y amarrado con firmeza al interior, pasará una cuerda por la espalda, también sujeta al aparato, y tratará de llevar suspendido a José Luis Arrabal, el más grave –ahora que tiene los pies congelados-, desde la cumbre al refugio de Vega de Urriello. Será cosa de unos diez minutos, quizá menos". A la cumbre han sido ascendidos Lastra y Arrabal por una cordada de quince montañeros que ha ascendido por la cara sur.

Y sigue ABC contando los hechos. "Son las ocho de la mañana. Alonso se prepara para la aventura. Está preocupado. Sus compañeros le ayudan a colocar las cuerdas y hablan con él al lado del helicóptero. [...] A las once y media de la mañana vuelve el «Alouette» que transportó a Alfonso Alonso. "Alfonsín" está radiante y un si es no es emocionado. Padre de cinco hijos, santanderino que ahora vive en San Sebastián, corredor de una compañía de seguros, "Alfonsín" cuenta la segunda parte del rescate, tan peligrosa como la primera, tan tensa y sin aliento, y mucho más espectacular ya que el Alouette llevó suspendido a Arrabal desde la cumbre a refugio de Vega Urriello. "Eché la cuerda al llegar a la cumbre y una vez que el helicóptero se hubo acercado lo suficiente a la cordada. Con una correa ataron el saco en que se encontraba Arrabal al cabo de ésta. Y de pronto, ya me ví con él en los aires. Con sumo cuidado lo mantuve durante unos ocho minutos en vilo, mientras el helicóptero llegaba al refugio. Lo posamos suavemente. En seguida lo recogieron y lo transportaron al helicóptero mayor de S.A.R. que lo llevó a Oviedo, como se sabía desde esta mañana" Desgraciadamente, Arrabal moriría días despues.

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Fonsín fue condecorado por la actuación referida con la Medalla de Plata al Mérito Deportivo así como, junto al piloto del helicóptero, Pedro Pasquín, con la Cruz de la Beneficiencia. La foto, tomada de Desnivel, muestra un momento de esa actuación.

Fonsín fue también un impulsor del esquí de montaña. A él dedicó, por ejemplo, un artículo en la revista Peñalara en 1975 en el que relata de forma amena una marcha por las proximidades de Cabaña Verónica, teóricamente fácil, junto a Enrique Herreros y Javier Rivas, y las dificultades que la meteorología impuso, concluyendo con una llamada de atención: "Nosotros pensábamos que sabíamos bastante sobre estas cosas y nos hemos dado cuenta de que lo que necesitamos es APRENDER mucho, y puede ser que a otros, al igual que a nosotros, también les sirvan estas reflexiones". El artículo, ilustrado con dibujos de Enrique Herreros, se puede leer íntegramente aquí.

En 1989 regresó, ya jubilado, a Cosgaya, pasando, durante los últimos años, el invierno en Barcelona donde le sobrevino la muerte el 30 de abril de 2007.

La Agrupación Lebaniega de Santander otorgó a Alfonso Alonso, "Fonsín", su título de "Vecero Mayor" del año 1995, especialmente por haber sido "uno de los precursores de los Picos de Europa como atractivo turístico y como artífice, junto a otros, de la construcción del teleférico de Fuente Dé".


ENLACES:

.- desnivel.com.
.- joseramossaiz.es.
.- Reportaje en “Blanco y Negro” (ABC) del rescate. Pág 1ª.
.- Reportaje en “Blanco y Negro” (ABC) del rescate. Pág. 2ª.
.- Reportaje en “Blanco y Negro” (ABC) del rescate. Pág. 3ª.
.- Reportaje en “Blanco y Negro” (ABC) del rescate. Pág. 6ª.
.- Reseña del fallecimiento en eldiariomontanes.es.
.- Reseña del fallecimiento en diariovasco.com.
.- hemeroteka.pyrenaica.com.
.- Su relato en la revista Peñalara procede de: aquí.


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