Reportajes de Liébana


El camino de Urdón-Tresviso

25/04/2015
IV

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De la peligrosidad del camino de Urdón a Tresviso ya ha quedado constancia en las entregas anteriores. Así, cuando Ildefonso Llorente comentaba que afortunadamente aún no había caído a los abismos ningún carro de los que bajaban con el mineral, o cuando Federico Vial hablaba de que "un paso en falso del caballo que llevábamos debajo de nuestras piernas podía ser el último minuto de la vida". Y, ciertamente, para algunos, lo fue.

Por ejemplo, para "la cartera de Tielve" a la que en 1928 se refiere un visitante en su descripción del camino, cuando dice que en la zona del Balcón de Pilatos "Una cruz negra apoyada sobre la piedra recuerda que en aquel lugar la montaña sacrificó una víctima...

- La cartera de Tielve - nos dice, sin dar gran importancia al suceso, nuestro guía- se despeñó desde allí arriba. La empujó el caballo...".

Como ella, han sido varios los que han perdido la vida en el camino. Entre los que nos constan podemos citar la muerte en 1888, el año de las grandes nevadas, de un pastor que se despeñó en la "cortadura de Hurdón [sic], camino de Tresviso". No hace demasiados años, Quico, un pastor que iba a buscar sus cabras, sufrió el mismo fatal desenlace, recordándosele aun hoy con flores en la entrada de una cueva. Pero, sin duda, el fallecimiento que más dio que hablar, ocupando páginas incluso en la prensa nacional, tuvo lugar en 1890. Lo contamos.

La primera noticia la encontramos en el periódico madrileño "La Correspondencia de España" del 15 de febrero de aquel año. Dice:

"El día 7 del corriente salió de Tresviso el alcalde D. Ramón del Campo, a proveerse de comestibles en el establecimiento de Santiago Alonso, en Undor [sic], y como no regresase, salieron los vecinos en su busca, encontrándole cadáver en el río Undor [sic].

No se sabe si de accidente, muerte natural o a mano airada."

Las informaciones de los días siguientes parecen apuntar a que se trata de un asesinato, informándose incluso de las detenciones realizadas:

"El comandante del puesto de la guardia civil de Potes ha telegrafiado al gobernador de Santander participando que ha aparecido muerto en el camino que de Venta Ordon[sic] se dirige a Tresviso el alcalde de este último punto, D. Ramon del Campo.

El cadáver se hallaba con varias heridas de gravedad en el cráneo y rotas siete costillas del costado derecho.

Han sido detenidos por sospechas de que puedan ser autores de tan horrible crimen Luis Fernández Collado, Bernardo Collado, Rodrigo Fernandez Mendez, Andrea Collado Bada y Juan Fernandez Campos, todos vecinos de Tresviso, los cuales se hallan a disposición del juzgado, el que instruye las diligencias oportunas."

Sin embargo, al final, parece que se demostró que se trataba de un accidente. El periódico de Palma de Mallorca "El Isleño" daba todo tipo de detalles al respecto a primeros de marzo:

"El hallazgo, hace doce o catorce días, del cadáver del alcalde del Ayuntamiento de Tresviso (Santander), D. Ramón del Campo, en el río Cudón[sic], dio lugar a que se sospechase la comisión de un delito, delito horrible a juzgar por las tremendas y numerosas contusiones que presentaba el cuerpo en casi todas sus partes.

Después de prolijas averiguaciones parece que se va demostrando que se trata de una desgracia casual. Según estos informes, Ramón del Campo conducía en un carro algunos sacos de harina; se detuvo con unos amigos en la taberna y envió con una mujer el carro que no tardó en llegar a su casa, mientras él bebía en la taberna. Tan tarde se le hizo, tan oscura estaba la noche y tan peligroso camino tenía que seguir para regresar a su casa que los amigos le excitaron primero a quedarse y por fin a acompañarle; pero él se empeñó en marcharse y en que nadie fuera con él.

El camino que debía seguir, a una altura considerable encima del río, era peligroso, porque atravesaba una pendiente sumamente rápida; y se supone que, bien fuera sólo debido a la oscuridad, o ya al propio tiempo porque el pobre hombre fuera algo embria[ga]do, rodó desde el sendero hasta el río, a un verdadero precipicio.

Parece confirmar esta suposición el hecho de que, en parte del camino seguido por Campo se encontraron de trecho en trecho cerillas que acaso fue encendiendo para alumbrarse, y hasta se pudo apreciar la huella del resbalón de un pié en el punto del camino desde donde se supone que rodó.

Además, se explica que el cuerpo llegase hasta el río sin sufrir mas que lesiones contusas, porque el plano inclinado que debió recorrer está limpio de maleza, árboles y accidente alguno que pudiera dejar huellas en aquel ni detenerle antes de llegar al precipicio."

Hasta aquí algunos ejemplos de las vidas que se ha cobrado el camino Urdón- Tresviso, vidas que, seguramente, han sido bastantes más, aunque no tengamos constancia de ellas. Descansen todos en paz.

También se cobró buen número de víctimas una obra de gran magnitud que se hizo en la zona: la central de Urdón. Lo vemos en la próxima entrega.

Enlaces relacionados

.- El camino de Urdón-Tresviso I

.- El camino de Urdón-Tresviso II

.- El camino de Urdón-Tresviso III

.- El camino de Urdón-Tresviso V


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