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Santo Toribio, abandonado por las autoridades

19/10/2017

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A punto de llegarse al ecuador del Año Jubilar, el Gobierno de Cantabria no ha respondido aún a la petición realizada desde Santo Toribio de ayuda para afrontar actuaciones en el tejado del monasterio y atender otras necesidades. Así lo declara en una entrevista realizada por Pepe Redondo, publicada en el último número de Luz de Liébana, el P. Juan Manuel Núñez, superior del Monasterio: «"Finalizará el Año Jubilar, y seguiremos con la petición hecha, pero nunca realizada. Y las hay y muy necesarias, tales como la actuación en el tejado, la plaza, terraza… pero tenemos asumido que no veremos cumplido no nuestro deseo, sino nuestra necesidad. Hemos realizado peticiones a nivel regional y nacional, nunca se han negado, pero la realidad es que tampoco se ha hecho nada", "quizá para el próximo Año Jubilar tengamos más suerte", apostilla con una amarga sonrisa»

El Gobierno regional, que este año ha hecho del Año Jubilar y del Camino Lebaniego que lleva al Monasterio el centro de su política turística, que lo aprovecha para atraer turismo a toda la región, no se ocupa de mantener en condiciones el punto del que todo depende. Si, según sus estimaciones, el concierto de Enrique Iglesias generó en la región la friolera de 17 millones de euros, ¿cuántos cientos de millones genera en el transcurso del año el Jubileo Lebaniego? ¿No merece, por ello, el Monasterio la ayuda requerida? ¿No debería "mimar" lo que es el origen de todo esto?

Antes de seguir con otros aspectos de la entrevista que merecen destacarse, digamos, para aquellos que dicen que el Monasterio se está forrando este año con todas las limosnas que recauda, que pensarán que podían emplearlo en hacerlo ellos, que este dinero va destinado a ayudar a la reconstrucción de la ciudad de Alepo, en Siria, según se decidió antes del inicio del Jubileo.

El P. Juan Manuel, que lamenta la falta de preparación y coordinación, en la entrevista pone el dedo en la llaga de otros asuntos muy importantes:

«"Ha habido numerosas carencias en lo que llevamos de Año Jubilar, y lo peor no es esto, sino que según las previsiones, seguiremos teniéndolas ya que los encargados de solucionar todo lo relacionado con este tema, no parece tengan mucha voluntad de atajarlas. Antes y durante, no hemos sentido el apoyo de las instituciones en muchas de las cosas que una y otra vez salen a relucir en las reuniones de los voluntarios cada final de semana para evaluar cómo va todo. Por ejemplo, no vemos miembros de seguridad en el recinto en unos momentos en los que la situación, viendo lo que sucede a nivel mundial, es especialmente grave. Y lo es porque aquí se reúnen cientos de personas, y muchos días miles, en un recinto pequeño, que además tiene el valor añadido de ser un lugar con connotaciones religiosas al cien por cien, con lo que todo ello lleva consigo. Tampoco hemos visto una ambulancia permanente con los sanitarios adecuados, siendo los propios voluntarios los que han tenido que atender in situ y sin medios, posibles emergencias. Por tanto, estas y otras carencias, ya hemos perdido la esperanza de lograr su presencia porque la respuesta oficial siempre es la misma "carencia de medios"»

Insistimos a este respecto en lo dicho anteriormente. No puede ser que el lugar del que depende todo el entramado turístico de la región esté tan abandonado. Y la "carencia de medios" no es excusa. Es cuestión, en todo caso, de prioridades y si se considera, por ejemplo, que es más urgente y útil pagar 115.000 euros a Enrique Iglesias por poner unos mensajes en las redes sociales que dedicarlos a llevar una ambulancia a Santo Toribio, al menos los fines de semana, o que poner unos vigilantes de seguridad, tenemos un serio problema y quien toma esa decisión debería pensárselo dos veces.

Si, Dios no lo quiera, se produjera alguna desgracia en Santo Toribio que se pudiera haber evitado con estas medidas preventivas, todos nos lamentaremos mucho y es posible que entonces se pidan responsabilidades por no haber tomado esas medidas. Ahora, que aún estamos a tiempo, es el momento de que las autoridades actúen y, de no hacerlo, deberían pedírseles esas responsabilidades.

En la entrevista se destaca la labor de los pocos voluntarios que colaboran con los frailes en la atención a los peregrinos y se dicen otras cosas muy interesantes. Puede leerse íntegramente a continuación:


Entrevista al P. Juan Manuel

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En el presente número de Luz de Liébana, proseguimos con nuestra particular galería de entrevistas a diferentes personajes de todos los campos de la vida lebaniega. En esta ocasión viene a estas páginas un franciscano nacido en Urretxu, Guipúzcoa, aunque por sus venas circula también sangre gallega, puesto que de aquella tierra son sus progenitores. Fue ordenado sacerdote franciscano allá por el año 1974. Tras varios trabajos pastorales en la diócesis de San Sebastián, en 1985 es destinado como superior al Monasterio de Santo Toribio, donde permaneció hasta 1994. Durante todos estos años hasta su vuelta a Liébana estuvo destinado gran parte de este tiempo en Nájera, La Rioja. En estos momentos, al frente del Monasterio, se encuentra en una situación que no es precisamente la mejor teniendo en cuenta lo que hay entre manos, la celebración del Año Jubilar Lebaniego, con un pequeño número de miembros de la comunicad franciscana, tres en concreto, con algunos refuerzos que llegan cada cierto tiempo, y "cantidad de carencias en lo que respecta a las ayudas fuera del aspecto humano por parte de las instituciones".

P.- Cuéntenos cuando, por qué se celebra el Año Jubilar, y qué significa para el Monasterio la reliquia del Lignum Crucis.

R. La celebración tiene lugar cuando la Fiesta de Santo Toribio, 16 de abril, cae en domingo. Desde 1512 ya consta dicha celebración autorizada por la bula papal, con la consideración que entonces dicha autorización era solamente para una semana de Jubileo. Fue el papa Pablo VI en 1967 quien concedió el Año Santo ante la petición de la Comunidad Franciscana de Santo Toribio. En lo que se refiere a la importancia de la reliquia, como todos los lectores pueden comprender, significa todo para este monasterio. No se puede olvidar que es el mayor trozo de la Cruz de Cristo existente en el mundo y que, al menos para mí, tiene un valor infinito porque habla de todo ese amor que Dios ha querido regalarnos a los que estamos aquí.

Tras esta pequeña introducción cambiamos de tercio, la historia y las vicisitudes del Monasterio y de la Cruz son o debería ser archiconocidas por todos los lectores de este medio, por tanto a partir de ahora quizá los que tengan entre manos esta revista les interese más como se ha preparado el Año Jubilar que abrió su puerta del perdón el pasado 23 de abril en lugar del 16 por la coincidencia de la Semana Santa en esa fecha, si las perspectivas de su desarrollo son buenas o malas, como ve la actuación del voluntariado o como califica la visita de los Reyes de España el pasado 19 de julio.

Así pues comenzamos inquiriendo si cree que la programación del Año Jubilar en curso ha tenido una preparación adecuada por todos los estamentos implicados, o ha echado en falta algo antes y durante este proceso.

Su respuesta es rotunda, considerando que "todo nació un poco cojo y más o menos así sigue. No hubo prácticamente reuniones en las que se estudiasen todos los aspectos a considerar en un evento de este volumen. Tan solo recuerdo una o dos, tres o cuatro meses antes de abrir la puerta del perdón, y solo fue a nivel del Obispado, ni Gobierno Regional, ni Ayuntamientos, ni Mancomunidad se implicaron en ningún momento. Por tanto no ha existido ni existe programación alguna conocida, se ha improvisado prácticamente todo y se ha funcionado como buenamente se ha podido. Y lo que sí tengo que decir es que si esto ha funcionado y funciona, es gracias a la labor del Voluntariado. Dicha labor nadie mejor que nosotros sabe como es, teniendo en cuenta además la precariedad de miembros de los que dispone el grupo. No obstante esa carencia de personas, es suplida por el gran trabajo y dedicación de los que están, y desde luego puedo decir que sin ellos este Año Jubilar no podría salir adelante de forma decorosa."

Nuestra siguiente pregunta gira en torno a si según el desarrollo de estos meses, es optimista en lo que se refiere a la llegada de peregrinos al Monasterio, siendo la respuesta "totalmente positiva en el sentido de que la presencia de peregrinos colma de momento nuestras mejores previsiones. Considerando como peregrinos a todo el que se acerca hasta aquí ya sea andando, en bicicleta, en coche, en autobús o por cualquier otro medio, porque en realidad peregrinos son todos ellos, porque aquí llegan queriendo celebrar el perdón del Año Jubilar."

En este punto inquirimos del Padre Juan Manuel su calificación de la presencia del Grupo de voluntarios en el Monasterio, siendo su respuesta muy rotunda, ya que según su opinión, "sin la presencia de ellos el año Jubilar hubiera sido un rotundo fracaso. Los religiosos que estamos aquí, con la ayuda de los que temporalmente vienen a echarnos una mano, hacemos lo que podemos, pero no sería suficiente sin los voluntarios. A pesar de ser un grupo mermado, están aquí todos los días dando el callo y he de decir que nunca he visto un grupo de voluntarios que hagan una labor como la que realizan ellos".

Otro de los aspectos que hemos querido tratar es si, en el ecuador del año Jubilar, se echa en falta en el día a día, y si pueden tener solución, las carencias si las hubiere, siendo así mismo categórico en su respuesta el padre Juan Manuel.

"Ha habido numerosas carencias en lo que llevamos de Año Jubilar, y lo peor no es esto, si no que según las previsiones, seguiremos teniéndolas ya que los encargados de solucionar todo lo relacionado con este tema, no parece tengan mucha voluntad de atajarlas. Antes y durante, no hemos sentido el apoyo de las instituciones en muchas de las cosas que una y otra vez salen a relucir en las reuniones de los voluntarios cada final de semana para evaluar como va todo. Por ejemplo, no vemos miembros de seguridad en el recinto en unos momentos en los que la situación, viendo lo que sucede a nivel mundial, es especialmente grave. Y lo es porque aquí se reúnen cientos de personas, y muchos días miles, en un recinto pequeño, que además tiene el valor añadido de ser un lugar con connotaciones religiosas al cien por cien, con lo que todo ello lleva consigo. Tampoco hemos visto una ambulancia permanente con los sanitarios adecuados, siendo los propios voluntarios los que han tenido que atender in situ y sin medios, posibles emergencias. Por tanto estas y otras carencias, ya hemos perdido la esperanza de lograr su presencia porque la respuesta oficial siempre es la misma "carencia de medios". Por tanto también aquí hay que destacar la indiferencia oficial de quienes tienen que suplirlas."

No podía faltar el apartado de "obras pendientes" en el Monasterio, ya que sabemos existen peticiones en este sentido desde hace algún tiempo. Cuando preguntamos si cree que se realizarán a lo largo del Jubileo, nuestro interlocutor, vuelve a ser claro. "Finalizará el Año Jubilar, y seguiremos con la petición hecha, pero nunca realizada. Y las hay y muy necesarias, tales como la actuación en el tejado, la plaza, terraza…pero tenemos asumido que no veremos cumplido no nuestro deseo, si no nuestra necesidad. Hemos realizado peticiones a nivel regional y nacional, nunca se han negado, pero la realidad es que tampoco se ha hecho nada, "quizá para el próximo Año Jubilar tengamos más suerte", apostilla con una amarga sonrisa.

Como final, no podía faltar su impresión sobre la visita de los Reyes el pasado 19 de julio, siendo esta "muy positiva, fueron y se comportaron como muy cercanos a quienes les esperaban en la plaza del Monasterio, cariñosos con todo el mundo, y, además, fueron capaces de escuchar y prestar atención, incluso con preguntas muy interesadas, sobre todo lo que se les explicaba por parte de los presentes, terminando agradeciendo su visita con el beso de ambos a la Cruz."


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