07/02/2017

En la sala de conferencias del Museo de Prehistoria de Santander, que se quedó pequeña para acoger al público asistente, Eduardo Peralta dio cuenta de los resultados de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo entre el 22 de agosto y el 30 de octubre en Castro Negro y Robadoiro, términos de Vega de Liébana. Los hallazgos realizados, que habían sido ya presentados en rueda de prensa por la mañana, han confirmado la presencia en dichos puntos de dos estructuras militares romanas y han permitido descubrir numerosas piezas metálicas, fundamentalmente clavijas y regatones de poste de las tiendas de campaña. Se han encontrado también una punta de un proyectil de catapulta, piezas de enganche del pilum romano similares a las encontradas en campamentos augústeos del Limes germánico (Oberaden) y en el campo de batalla de Kalkriese (Baja Sajonia), una punta de lanza, regatones, y otros elementos característicos del calzado militar romano como numerosas tachuelas de las caligae claveteadas, algunas herramientas y una moneda acuñada hacia el 28 a.C. en Calagurris (Calahorra) antes de la gran campaña de Augusto y sus generales contra cántabros y astures.

Una hipótesis de trabajo es que estas estructuras militares formen parte del asedio al Mons Vindius, que estaría, por tanto, en Peña Prieta, pero para confirmarlo habría que realizar prospecciones en la zona palentina o leonesa. Sin embargo, de momento, lo único que se puede confirmar es que esas estructuras, junto a la de Vistrió, no investigada, controlaban zonas de paso a Liébana. Peralta ha relacionado la posible legión acampada en Castro Negro con la que arrasó el castro de La Loma, en Santibáñez de la Peña, o Bernorio.

Durante este 2017 proseguirán las investigaciones, muy posiblemente con apoyo de la Consejería de Cultura.

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