22/05/2016

Unos ciento cincuenta comensales se reunieron en el Hotel Restaurante El Infantado de la localidad de Ojedo, Cillorigo de Liébana, para rendir un homenaje al que fuera presidente de Cantabria, Juan Hormaechea Cazón. Entre los asistentes se encontraban una mayoría de vecinos de Liébana, alguno de los alcaldes y concejales actuales de la comarca y otros participantes en el homenaje venidos desde otras localidades de Cantabria. Con dicho acto se pretendía reconocer al expresidente todo lo realizado en Liébana durante sus mandatos como máximo dirigente de la región.

En los parlamentos se hicieron especial hincapié en ellos, tales como la carreteras a Espinama y Bejes, las actuaciones en la Residencia de Ancianos Félix de las Cuevas con la ayuda del sacerdote Desiderio Señas, asfaltados en muchas de las localidades lebaniegas, alumbrados públicos en otros muchos y diferentes inversiones en otros campos que supusieron entonces miles de millones de pesetas en la comarca.

Por su parte, Hormaechea, tras recibir distintos obsequios de instituciones como la Asociación de la Santa Cruz y la Cofradía del Orujo y del Vino de Liébana, y de particulares en el caso de la orujera Disoanjana, Casa Cayo, la Revista Luz de Liébana, Vinos Picos de Cabariezo y Ferretería Gutiérrez Fernandez, agradeció el homenaje de todos los presentes y en su alocución criticó duramente a los políticos, sin distinción ya que hubo "recuerdo" para todos, que coincidieron en su época quienes, según sus palabras, "llegaron a tacharme de loco en algunas de las actuaciones o propuestas a realizar o realizadas". Así recordó que "en mi mandato ya se presentó un proyecto de actuación en la carretera nacional 621 que transcurre por el Desfiladero de la Hermida y no se tuvo en cuenta. Hoy," continuó, "la via sigue en el mismo estado que estaba entonces con el agravante que ya se ha gastado mucho dinero en proyectos o estudios que no han llegado a ningún lado".

Así mismo recordó a los presentes la propuesta hecha para comunicar entonces Liébana con Reinosa a través de la construcción de un túnel, "con lo que esto hubiera supuesto en la economía de la comarca, pero la existencia, según los políticos de la época, de unos “putos”, expresión personal, osos que se presumía había en alguna de las zonas por donde debían transcurrir las obras, lo impidió". Incidió en las numerosas inversiones millonarias realizadas y siguió acordándose "de las zancadillas puestas a su trabajo, pese a todo lo cual se pudieron hacer muchas cosas, muchas más de lo que ahora se hacen". Recordó también como le tacharon de loco cuando sacó adelante el proyecto del Parque de Cabárceno, "y sin embargo ahora no hay más que mirar hacia él para ver lo importante que ha sido para Cantabria, como otras muchas actuaciones a las que se le pusieron demasiadas trabas, y salidas adelante por mi empeño para que así fuese".

El parlamento del ex presidente fue interrumpido varias veces por frases que demandaban a voz en grito "Juan Presidente", a lo que muchos asentían con sus aplausos continuados.

Informa Pepe Redondo.

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