03/07/2016

Ayer sábado, en una jornada con diferentes alternancias climatológicas, tuvo lugar en los puertos de Áliva la fiesta de la Virgen de la Salud, fiesta declarada de Interés Turístico Regional desde el año 1988 a la que asistieron entre otros el alcalde de Camaleño, Óscar Casares, con miembros de su corporación, otros alcaldes lebaniegos, diputados y autoridades regionales entre los que se encontraban el Consejero de Presidencia del Gobierno Regional, Rafael de la Sierra y la Directora de Turismo Eva Bartolomé, así como el alcalde de Herrerías, Francisco Linares.

La fiesta está organizada por el Ayuntamiento de Camaleño y colaboran diferentes entidades y la Asociación de Mujeres del Valle de Camaleño, con el patrocinio a cargo de propio Ayuntamiento y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria./p>

Muchos romeros venidos de todo el Valle de Liébana por las pistas de acceso desde la localidad de Espinama, Pembes o Mogrovejo, en coches todoterreno, quads, bicicletas de montaña o practicando el senderismo. Así mismo se veían vecinos de los pueblos asturianos colindantes con los puertos de Aliva, a los que se unieron algunos turistas que se encontraban de ruta y pudieron disfrutar por sorpresa de la jornada festiva.

En conjunto, hicieron que las campas de alrededor de la ermita presentaran un buen aspecto, a pesar de que la festividad contó ayer con un clima muy cambiante en el que la niebla y el sirimiri fueron los protagonistas, especialmente de la mañana. Frio cuando la niebla se cerraba, y bochorno cuando asomaba algún rayo de sol, hicieron que los romeros no tuvieran muy claro que ropa llevar encima. Así discurrió la mañana con alternativas sucesivas en las que tan pronto la visibilidad era prácticamente nula o despejaba y el sol hacía acto de presencia.

Los actos dieron comienzo a las doce del mediodía con la celebración de la santa Misa, oficiada por el franciscano del Monasterio de Santo Toribio y párroco de Espinama, Juan Ignacio y José Antonio Lerín, originario de la localidad de Pembes.

Los oficiantes informaron de la aplicación de la Misa en memoria de todos los habitantes fallecidos del municipio en el último año, así como por los de la Asociación de Lebaniegos de Torrelavega. El mensaje de la homilía giró en torno al contenido principal del "año de la Misericordia, que celebramos los cristianos, una invitación que nos anima a ponernos a los pies del Señor, que lo único que desea es sanarnos, curarnos, no solo en el cuerpo sino también en el alma. No se condena a nadie por pecar, si nos condenamos es por no pedir perdón".

Durante el desarrollo de la misa, tuvo lugar la ofrenda floral realizada por los jóvenes pertenecientes al aula de Cultura Tradicional del Valle de Camaleño. Una vez finalizada se dio paso a la procesión alrededor de la ermita y por las campas adyacentes en las que las andas de la Virgen "volaban" de mano en mano, ya que el fervor popular hacía que se pudiesen portar por muy poco espacio de tiempo. Con el fin de satisfacer a todos, en esta ocasión la procesión fue de más duración que en otras ediciones. Acompañaron los piteros durante el desarrollo de la misma.

Tras la finalización de la procesión canto de la salve y en el interior del templo se desarrolló la actuación del coro Ronda Valdebaró y en el exterior hubo actuaciones de folklore a cargo del aula de Cultura del Valle de Camaleño. Después, cada cual buscó el mejor lugar para resguardarse y dar buena cuenta de las viandas portadas para comer y, por la tarde, las actividades deportivas con el Gran Maratón, las carreras de la Rosca en sus diferentes categorías y las de caballos, junto al rezo del rosario y la despedida a la Virgen, pusieron el final del día en lo que se refiere a la estancia en Áliva, siguiendo la fiesta en la plaza de Espinama con la actuación del Grupo La Fuente de Tondosa y una gran verbena amenizada por la orquesta Cuarzo.

Informa Pepe Redondo.

Crónica y fotos de la Fiesta que incluye los nombres de los ganadores de las roscas en este enlace de espiama.es

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