Una pequeña nevada la víspera de la Inmaculada, unas moscas blancas a mediados de enero, pero en las dos únicas ocasiones desapareció el blanco elemento ante la asomada del viento sur para quedar teñidos sólo los Picos, que bordean toda la comarca, con débil capa de nieve.

Con estas temperaturas hemos visto algunos árboles floridos en Diciembre, y a finales de Enero estaban brotando a toda prisa los almendros y algunas plantaciones de ciruela-claudia.

Si es verdad que al invierno no se le comió el lobo, veremos a ver que sorpresa nos deparan Febrero el loco y el Marzo ventoso.

El sentir popular dice que es necesaria la nieve en los Picos para la afluencia de los manantiales. Será verdad; pero esto se remediaría si las grandes nevadas se convirtieran en grandes lluvias espaciadas durante el año.

Cuando para el mes de agosto se esperaba una avalancha de turistas y llegó, efectivamente, el agua y las bajas temperaturas les hicieron levantar vuelo sin parar apenas en nuestro valle.

Pero si el agua ha mermado sus ganancias a los dueños de hoteles, bares, etc., la situación fue más crítica para los labradores de los pueblos altos.

Estamos a fines de agosto y está a la mitad de recolección de cosecha y lo recogido deprisa y corriendo y en malas condiciones.