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Una lebaniega triunfa en Mareo

20/05/2015

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Sencilla, madura y siempre con una sonrisa en su rostro, aunque quien la conoce bien le asigna un carácter fuerte, pero noble. Desde pequeña sus juegos siempre se derivaban por todo aquello que significara deporte, y con pocos años ya tenía decidido que lo suyo era el fútbol. Y así ha sido. Hablamos de Alba Rodríguez Señas, una lebaniega nacida en Potes un mes de julio del 91 que comenzó a dar "patadas" a un balón de forma reglada en Gran Canaria, donde por aquella época vivía con sus padres Nisio y Nieves y su hermano David.

"Mis comienzos fueron en los Benjamines de la Escuela Municipal de Maspalomas donde permanecí un año. Nos trasladamos a Liébana al año siguiente y aquí estuve cinco años en el fútbol Base del Liébana, donde por cierto coincidí y jugué, en los equipos mixtos del Club, con el que hoy es futbolista de élite en el Español de Barcelona, Álvaro González. Al pasar a Cadete, fiché por el Reocín Racing donde permanecí otros cinco años para dar el salto a tierras asturianas enrolándome en el Oviedo Moderno durante tres temporadas de muy buen recuerdo. Como anécdota, en este club es en el único que he recibido algún emolumento, muy discreto por cierto pero es algo que aunque sea poco siempre te insufla algo de motivación. Finalmente llego a la Escuela de Fútbol de Mareo, donde esta temporada que ya ha concluido hemos quedado subcampeonas, y yo he conseguido el trofeo Quini de la categoría con un total de 12 goles conseguidos, que han servido para que el equipo haya realizado una campaña con objetivos muy superiores a los programados cuando comenzamos la temporada"

Alba habla y no para cuando el contenido es el fútbol, lo lleva en la sangre y no puede negarlo. En la conversación, fluyen las palabras solas y, cuando se trata de compararlo con el masculino, un halo de tristeza o, más bien, de incomprensión y desesperanza, se atisba en su rostro, plasmados esos sentimientos en sus palabras.

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"El fútbol femenino está muy mal en nuestro país. Solamente hay que decir que aún jugando en Primera División, lo único que nos proporcionan son los viajes y la ropa, ni un solo euro a lo largo de toda una temporada. Las jugadoras que destacan, han de emigrar a Alemania, Francia, Suecia o Estados Unidos. Aquí no hay nada que hacer, por eso las que seguimos practicando es porque nos gusta y punto. Vivimos de nuestros trabajos, las que tenemos la suerte de trabajar, por eso incluso esto es motivo de que a veces se tenga que faltar a partidos o entrenamientos. Lo primero es lo que nos da de comer y poder vivir".

Nos habla de la muy buena acogida que le han dispensado en Asturias, tanto en el Oviedo Moderno como en el actual de Mareo, por ello "intentaré pasar unos años más por estas tierras, para tener otras experiencias, vivir un poco y conocer mundo. Pero volveré a Liébana, porque es mi tierra y porque en ella me siento genial además de tener mi familia aquí. Liébana es otra cosa, sus gentes, sus paisajes, todo es especial y vivir en ella es un privilegio que no todos pueden tener, por todo ello volveré". <7p>

Nos cuesta cortar la conversación, Alba se encuentra a gusto hablando de fútbol y de Liébana, pero antes de separarnos quiere realizar las últimas reflexiones de la mañana diciéndonos que espera que "el fútbol femenino en Cantabria en particular y del resto en general siga creciendo. A mi ya no me cogerá el acercamiento a la igualdad con el masculino, porque los movimientos se producen muy lentamente aún, pero tengo confianza en que se vaya produciendo poco a poco hasta el punto de que se pueda vivir de la práctica del fútbol como de cualquier otro deporte".

Como final se acuerda de su familia a la que agradece infinitamente "el apoyo que en todo momento me han dispensado para que pudiera y pueda seguir haciendo lo que me gusta. Sus sacrificios han sido y siguen siendo muchos, se han desplazado a verme siempre que han podido, y me han dado ánimos a distancia, a través de las redes sociales, cuando no han estado presentes, además del apoyo económico en tiempos difíciles. También mi agradecimiento a los lebaniegos de los que siempre he sentido el apoyo en la distancia".

Con estas últimas palabras Alba se dispone a hacer las maletas para volver mañana a Gijón donde seguirá con su vida normal hasta el comienzo de la nueva temporada de la que espera "conseguir algo grande. Si la que ha finalizado hemos llegado al subcampeonato sin tenerlo en el horizonte, ¿Por qué no podemos ser campeonas de liga?" ¿Por qué no? Añadimos nosotros, ilusión, tesón y capacidad es lo que le sobra a la jugadora lebaniega, si el resto del equipo la acompaña en el empeño la duda quedará despejada. (Informa Pepe Rdondo).


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