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Francisco Sebrango Campo, Vecero de Liébana 2014

12/04/2015

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El próximo día 26 del presente mes de abril, Francisco Sebrango Campo recibirá en el hotel Chiqui el título de Vecero 2014 otorgado previamente por la Junta Directiva de la Agrupación Lebaniega de Santander. Empresario lebaniego de los "sectores hostelero e industrial, trabajador infatigable, que con el apoyo incondicional de su familia, ha sido capaz de crear y desarrollar empresas no solo en Cantabria sino en otras partes de España y en otros países y de reflejar siempre el orgullo de ser lebaniego en cualquier parte del mundo donde ha tenido actividad". Así sintetizaban los miembros de dicha Agrupación los méritos, que les llevaron a su propuesta, de este lebaniego que salió de su tierra y ha regresado a Cantabria para seguir trabajando sin descanso.

Nacido en Vejo, Vega de LIébana, en 1947 y miembro de una numerosa familia formada por sus padres, Quico y Marcelina y sus seis hermanos: Mary, Noemí, Miguel Ángel, María Jesús, Gloria y Carmen, se forma académicamente en el Seminario Corbán y en el Instituto de Potes, además de en la academia Berliz Scool de Santander, así obtiene el Bachillerato de entonces, "el resto de los estudios, los que la vida me ha demandado en el día a día, trabajando, incluido cuando me acercaba hasta el pueblo "de vacaciones", o lo que es lo mismo siguiendo con el trabajo de casa desde el amanacer hasta el anochecer". Se le nota un sano orgullo cuando nos dice que "desde los 17 años jamás recibí una peseta de mis padres, no porque no me la quiseran dar, sino porque nunca me hizo falta, pero dejo claro que mis padres eran los mejores del mundo".

Comenzó trabajando en el hotel Rex de Santader para dar el salto a Londres, donde perfeccionó el inglés a la vez que trabajaba. Cuenta como anécdota que para entrar en el pais y quedarte, "primaba el requisito de la disposición del dinero personal. Según la cantidad te autorizaban desde un mes hasta un año. Yo tenía mis pequeños ahorros, pero mi padre me extendió algo parecido a un cheque que nunca llegué a cambiar porque me arreglé con lo que tenía".

" En poco menos de un año terminé mis estudios y ahorré para viajar a Méjico en el año 67, allí comencé a trabajar de encargado en una zapatería, un permiso de trabajo que entonces me costó 25.000 pesos o duros, que esa era la paridad. Todo ello me hizo reflexionar y llegué a la conclusión de que debía independizarme o volver a España. En 1972 conocí a Elena, la que se convertíría en mi esposa, madre de mis hijos y apoyo importante en mi vida, incluido cuando tuvimos que tomar la dificil decisión de volver a España. De Méjico me traje buenos recuerdos, un país fuera de serie, con unas gentes extraordinarias y donde dejé muchos amigos."

PREGUNTA.- Hoy es considerado como un gran empresario. ¿Cómo ha sido el camino hasta llegar hasta aquí?

RESPUESTA: El camino tiene dos sentidos, el primero no hay duda que fue muy dificil, en lo que se refiere al mucho tiempo dedicado al trabajo. Profundizas en el conocimiento de lo que pretendes hacer y luego llevarlo a cabo, sin tregua. Cuando lo vas consiguiendo comienza la batalla del mantenerte y seguir creciendo y saber asimilar el éxito. El segundo sentido diría que es cuando ves una jugada perfecta que termina con el balón dentro de la portería o cuando un jugador de tenis llega a ser el mejor, lo analizas y llegas a la conclusión que es muy fácil cuando lo haces bien. Pero tampoco hay que perder de vista la suerte. Como decía nuestro recordado Seve Ballesteros "cuanto más entreno, más suerte tengo."

P.- La crisis económica ha afectado estos últimos años a todos los campos, ¿ en los suyos, cómo se ha comportado? ¿Nota que se está mejorando o por el contrario siguen en situación parecida?

R.- La crisis, a nuestro gremio de hostelería, la está afectando bastante. No olvidemos que son nuestros clientes los que están en medio de la crisis. Últimamente estamos notando cierta recuperación. En la industria parece que se nota un poco más. Es posible que uno de los motivos es que han desaparecido muchas empresas y si tú te has mantenido, luego la recuperación viene antes.

P.- ¿No ha pensado nunca introducirse de alguna manera en la comarca de Liébana? , si es así, ¿existe alguna razón para ello?

R.- No lo he pensado nunca. La hostelería lebaniega, que es muy buena por cierto, es algo familiar, es muy dificil pagar una buena infraestructura, y en cuanto a la industria sucede algo parecido, si es grande cuesta llevar las materias primas hasta allí y luego viene el tema de la distribución. Por tanto influye mucho la situación poco estratégica para cualquier sector. Creo que lo más interesante seguirá siendo la hostelería para lo cual sería bueno crear más infraestructuras de ocio: campo de golf de 9 hoyos por decir un ejemplo, y por supuesto explotar más los recursos naturales.

P.- ¿Cuantas empresas tiene en estos momentos bajo su dirección o control, lugares donde se ubican y qué plantilla aglutinan en total?

R.- En estos momentos pocas. El hotel Chiqui de Santander y estamos a un par de meses de abrir otro en Madrid, en la Gran Vía 80 que se llamará Dear Hotel. Ambos los dirigimos mi hermano Miguel Angel y yo, aunque los responsables empiezan a ser nuestros hijos. En el sector industrial, también tengo vinculación en una empresa, Pladomín, que está bien situada en la industria automotriz. Se trabaja el plástico por inyección. La comparto con un socio, José Manuel Merodio, y al frente de la misma está mi hijo Alfonso. En cuanto a las plantillas, dentre todas las empresas, podríamos estar cerca de los 300 empleos.

P.- ¿Esperaba o podía intuir el nombramiento de Vecero? ¿Qué reacción tuvo cuando se lo comunicaron?

R.-. No esperaba el nombramiento. Siempre pensé que esto era para otras personas que tal vez cumplieran mejor los requisitos. La reacción fue de absoluta sorpresa, porque en este momento, aunque ya cumplidos los 67 años, estoy muy ocupado. Incluso yo tenía la idea como algo lejano, para lo cual, además de todo, sería imprescindible tener más edad.

P.- Por sus numerosas empresas habrán pasado innumerables personas de todo tipo y condición. Alguna o algunas que recuerde de forma especial y por qué motivos. Tendrá anécdotas para dar y tomar. Cuéntenos.

R.- Seguro que hay muchas, pero esas son confidencias para los amigos sobre la marcha, cuando vas de caza, juegas al golf e incluso en las partidas de mus.

P.- El título de Vecero "obliga" a que la persona que lo ostenta refleje el orgullo de ser o sentirse lebaniego allá por donde vaya, sea en nuestro pais o fuera del mismo. ¿Le supondrá esto alguna carga?

R.-. En absoluto, ya que mi sentimiento desde que nací, siempre ha sido el mismo, yo creo que todos los días de mi vida he tenido algún instante para pensar en mi tierra: Liébana. Además todos los que me conocen en cualquier parte del mundo, saben que el orgullo de sentirme lebaniego ha ido por delante.

P.- La última es para que diga lo que guste a los lebaniegos en general o a cualquiera en particular.

R.- Yo diría a los lebaniegos mayores que yo en edad, que me sigan dando consejos, porque me han serivido de mucho en la vida y que, a pesar de mis años, cada día sigo aprendiendo de ellos. Para los más jóvenes, les diría que vale la pena romperse la cabeza para que en los pocos años que tenéis, marquéis el rumbo de vuestras vidas, consigáis hacer efectivo lodas vuestras ilusiones y sigáis pródigos en seguir teniéndolas, porque en realidad la vida es muy corta si te sitúas bien, pero puede resultar muy larga si no es así.

Informa Pepe Redondo.


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