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María Cuesta, una heroína de Potes

02/12/2014

El pasado día 9, El Diario Montañés publicó un reportaje bajo el título “El callejero olvida a las mujeres”. En él se destacaba que sólo 70 calles de toda Cantabria llevan nombre de mujer y se citaba al Ayuntamiento de Potes como uno de los que no tienen ninguna calle dedicada a mujeres. Sorprende que ni la gran Concepción Arenal haya merecido ese recordatorio. En todo caso, vamos a dar una primera sugerencia al Ayuntamiento de Potes: María Cuesta.

¿Qué quien fue María Cuesta? Una mujer como tantas que ha habido, trabajadora, madre de una gran prole, que, además, un día demostró su enorme corazón y valentía. Ocurrió un día de marzo de 1928. Aquel día, María Cuesta, madre de nueve hijos y embarazada de nueve meses, estaba en Potes, junto al río, cuando oyó pedir auxilio: el río arrastraba al niño de 4 años Antonio Antón Posada que, jugando en la orilla con otro niño, había caído al agua. En ese momento, María "corrió por la orilla del cauce hasta que alcanzó al niño cincuenta o sesenta metros más abajo, cuando ya se hallaba próximo a llegar al pozo o depósito de la fábrica, y sin reparar en el peligro que pudiera correr, ni en las consecuencias que, dado su avanzado estado, pudieran sobrevenir con gran abnegación y heroísmo se lanzó al agua y logró sacar al niño, librándole de una muerte segura", escribía La Voz de Liébana. María tuvo su décimo hijo al día siguiente del suceso.

El hecho trascendió del ámbito comarcal y fue recogido por prensa regional, como La Voz de Cantabria, y nacional, como Mundo Gráfico de quien tomamos la fotografía que se acompaña. Se pedía en estos medios la concesión de la Cruz de Beneficencia, pero, también, que fuera acompañada de "una subvención en metálico para la heroína mujer, premiando así no sólo su heroísmo, sino también su fecundidad, para contribuir a levantar las cargas que sobre el matrimonio pesan, atenido únicamente al exiguo sueldo que como celador de Telégrafos percibe el marido", Mariano Rábago.

La Cruz de Beneficencia le fue concedida por Real Orden, siéndole entregada el 15 de agosto de 1929 en un sencillo acto que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Potes, cuyo alcalde, Castor del Río, destacó el acto "heroico y ejemplar". La Voz de Liébana, al dar cuenta de la entrega, señalaba que todo "ha revestido un carácter de sencillez y de modestia que riman perfectamente con el hecho y con la héroe" y que "no fue ella, sino los periódicos los que dieron importancia al hecho; y no fue tampoco ella, sino el Ayuntamiento, quien solicitó la concesión de la Cruz de Beneficencia para premiar el acto de valor". Junto a la insignia se le entregó una pequeña cantidad de dinero que había sido recaudado mediante una suscripción pública abierta por el periódico La Voz de Liébana.

¿Son suficientes merecimientos para dedicar a María Cuesta una calle? ¿Qué tal, por ejemplo, "Paseo fluvial María Cuesta"?

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