Lourdes Gutiérrez Palacios. 6/10/2021 en su Facebook.

Viene de Paseando por el Viejo Potes (I)

CASA RÁBAGO ANTES DE 1905

Aquí tenemos un primer plano de la casa Rábago. ¡Impresionante!

En esta foto se aprecia muy bien la rampa que nace del portalón y que continúa a la izquierda por detrás de los Portales de la Manteca. Es la famosa Barbacana (calle Independencia) que se unirá a la que nace en el otro extremo de la Plaza del Mercado y que terminan en el Puente de la Cárcel. Estas Barbacanas son el acceso a la Torre del Infantado, a la iglesia de San Vicente (la actual iglesia Vieja), a la Serna y de allí a la carretera de Camaleño.

Llamo la atención también sobre la esquina o el machón del que habla La Voz que después de desaparecer en la obra de transformación de la casa Rábago en la casa Caloca, deja el acceso de la calle principal (posteriormente Doctor Encinas) a la Plaza del Mercado más amplio y espacioso.

También tenemos buena perspectiva de los Portales de la Manteca pudiendo apreciar su interior. Su función era cobijar, acoger, reunir... Un referente en el Potes de la época.

El carruaje, la farola, los niños... ¡Deliciosa reliquia!

Vuelvo a transcribir la crónica que nos ayuda a datar relativamente la foto y con ella al "Viejo Potes":

La Voz de Liébana. Número 17. Potes, 28 febrero 1905. Pag. 5. Al vuelo:

«El ayuntamiento, previo el oportuno expediente, ha acordado ceder a Cipriano Caloca, como sobrante de vía pública, parte del portal que ocupa la planta baja de su casa por el importe de su tasación, quedando el resto como vía pública.
En breve comenzarán las obras de reedificación de dicha casa, conocida por la casa de Rábago y con la reforma expresada, ganará el ornato de nuestra Plaza, y la calle principal que a ella da acceso también quedará mucho más amplia y espaciosa, desapareciendo la esquina o machón que a la terminación de la calle estrechaba el paso».

(...) «Bajo la dirección de nuestro buen amigo don Manuel Posada, acreditado maestro de obras, han dado principio los trabajos de cantería, destinados a las reformas que msufrirá la casa, que ha poco adquirió en esta Villa el acaudalado señor don ipriano Caloca».

Sigue en Paseando por el Viejo Potes (III)