"Píldoras de Historia"

La iglesia de Tama cumple 90 años

Gabino Santos Briz. 15/8/2020

Un día como hoy, 15 de agosto, día de la Asunción de Nuestra Señora, de hace 90 años tuvo lugar la inauguración de la nueva iglesia de Tama. Dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles, el párroco, y gran promotor de la construcción, Manuel Briz, hizo coincidir la inauguración con la celebración patronal pese a que no estaba totalmente rematada y la casa parroquial, anexa a ella, estaba sin terminar.

Manuel Briz, natural de Espinama, había tomado posesión de la parroquia de Tama el 29 de mayo de 1927, después de haber estado en la de Buyezo, donde cantó misa en septiembre de 1909. Nada más llegar a Tama, «pensó en la construcción de una nueva iglesia», en una obra que «parecía insuperable para un pueblo pobre y pequeño», escribían en enero de 1928 en La Voz de Liébana, para seguir diciendo que, sin embargo, «su tesón y su fe le llevaron a dar los primeros pasos» bien encaminados. A ellos seguirían otros de los que va quedando constancia en el periódico comarcal.

Sabemos así que, en diciembre de 1928, anunciaba la subasta de «la parte de cantería de la iglesia en proyecto para el pueblo de Tama», comunicando a los aspirantes que podían ver el plano y el pliego de condiciones en su domicilio. Ya para entonces contaba con el solar, que fue donado por Josefina de Cueto, viuda de Otero. La obra se debió contratar con Ramón Escalona.

Poco después, en marzo de 1929, leemos que «las obras han comenzado con gran actividad y todos los vecinos aportan su dinero y su trabajo». Se citaba entonces, junto a la donante del terreno, a Luis Cuevas, que había dado mil pesetas además de materiales que alcanzaban otra importante cantidad.

Foto de Indalecio Ojanguren. Archivo General de Guipúzcoa

Por las relaciones de bienhechores que, ya en 1930, incluyó el periódico, cabe pensar que la piedra fue extraída de la cantera existente en una finca particular de Modesta Rubín, que la puso a disposición del párroco. También Dolores de Linares, viuda de Martínez-Carande, dio más de cuarenta carros de piedra. Matilde de Linares, viuda de Corral, por su parte, dio de una de sus fincas toda la madera necesaria para andamios, mientras María de Linares, viuda de Hermida, cedía, además de árboles, una finca para sacar cuanta arena se desease.

Junto a estas aportaciones de materiales, hubo muchos donativos en metálico, entre los que se incluyeron las 4.000 pesetas donadas por el obispo y las 1.400 del propio párroco. En total, se relacionaron en La Voz de Liébana más de cincuenta donantes.

Para cubrir el presupuesto fue necesario, sin embargo, recurrir a otros sistemas de recaudar fondos. Así, en septiembre de 1929 los jóvenes de Potes organizaron una función teatral, en la que representaron obras de los hermanos Quintero, llenando el público, que quedó muy satisfecho, el local. Dado que el teatro fue cedido gratis por la empresa que lo gestionaba y que la central eléctrica de Manuel Palacios tampoco cobró el alumbrado, la recaudación prácticamente íntegra fue destinada a la obra. Y dado el éxito de la representación, fue repetida, con el mismo objeto, dos días después en la localidad de Panes.

No fue esa la única actividad para recaudar fondos. Durante la feria de Los Santos de ese año se instaló en Potes una tómbola, que permitiría recaudar tres mil pesetas. Y en agosto de 1930 se organizó una segunda función teatral en Potes que, al parecer, se proponían repetir en Panes y en Unquera.

A todo ello hay que añadir las 10.030 pesetas obtenidas de la venta de la antigua iglesia.

En total, según el dato aportado por José Manuel Gutiérrez Fernández en su libro sobre el Concejo de San Sebastián, cuando se inauguró la iglesia, apenas 22 meses después de iniciadas las obras, se habían recaudado 35.409 pesetas mientras los gastos ascendían a 38.928,21 por lo que había una deuda de 3.519,21 pesetas.

Terminada la iglesia, se trasladaron a ella los retablos e imágenes de la antigua y, aunque un poco justos de tiempo, se llegó a aquel 15 de agosto de 1930 en que tuvo lugar la inauguración, cuya primera noticia encontramos en el periódico santanderino El Cantábrico del 23 de agosto:

«Ha tenido lugar, con la debida solemnidad religiosa, la inauguración del nuevo templo parroquial de Tama, cuya primera misa, celebrada a las ocho de la mañana, estuvo a cargo del virtuoso y culto sacerdote -que, vio coronados sus anhelos, con franco éxito, de levantar un nuevo y amplio templo en aquel contorno de la región lebaniega- don Manuel Briz y Briz.

A las once se celebró la misa oficial cantada, asistiendo las autoridades municipales de aquel término y muchas personalidades de relieve en la región, que fueron, de antemano, atentamente invitadas.

Imagen

Por la tarde se celebraron con todo esplendor diversos y animados festejos populares, a los que asistió un buen contingente de público, deseoso, como así lo hizo, de rendir honores a Terpsícore».

El 15 de septiembre La Voz de Liébana ampliaba detalles. Volteo de campanas y explosión de bombas precedieron a la misa oficial así como el solemne traslado, bajo palio, del Santísimo Sacramento desde la iglesia vieja a la nueva, que ya estaba llena antes del inicio. El hasta poco antes párroco de Armaño presidió la celebración, acompañado por el párroco de Ojedo y el ecónomo de Armaño. Se cantó la misa de Perosi así como la Salve compuesta por Jesús de Monasterio con letra de Concepción Arenal (ésta ya se había interpretado los días previos en el triduo de preparación que se celebró). Manuel Briz, el párroco, en la homilía «agradeció la colaboración que todos los lebaniegos y especialmente sus feligreses le habían prestado e hizo ver lo que es una iglesia y lo que representa».

Acabada la celebración religiosa, hubo un banquete con asistencia de autoridades, sacerdotes y "notables" de la sociedad lebaniega. En los parlamentos que hubo, el alcalde de Cillorigo, Mariano Fernández Monasterio, «se congratuló de que esta obra magnífica se haya realizado en su ayuntamiento», mientras otros oradores elogiaban la labor de Manuel Briz y de su padre, Lucas, «quien durante las obras no cesó de trabajar un día y otro, dejando allí dinero y energías para realizar lo que constituía el sueño del pueblo de Tama». Como contestación, Manuel Briz agradeció los elogios pero no los aceptó ya que «corresponden a sus feligreses y a cuantas personas le ayudaron en la penosa labor realizada».

La Voz de Liébana no detalla los festejos populares vespertinos, que incluyeron bailes, como se deduce de la mención a la musa griega de la danza realizada por El Cantábrico. Sí añade la información de que ese día se bendijo en la iglesia una imagen del Sagrado Corazón de Jesús donada por Inocencia Sánchez Corral, residente en Cataluña, hija de Pedro Sánchez, de Tama.

El templo ha sido descrito por Karen Mazarrasa diciendo que es una «ecléctica construcción de mampostería, con sillarejo en los esquinales, vanos rematados con arcos de medio punto y torre-campanario. Al igual que en el templo hoy existente en Ojedo, se evidencia en su traza el interés del arquitecto por mantenerse fiel a cierta estética más o menos historicista».

Acabemos recogiendo el vaticinio que hacía La Voz de Liébana: «bajo la soberbia bóveda de la nueva iglesia comenzarán a cobijarse, como polluelos bajo su madre, generaciones y generaciones educadas en las ideas de los que han elevado el templo. Ideas de amor a la región, ideas de progreso, de superación; ideas cimentadas en nuestra Religión que tiene en este viejo solar de la Patria un nuevo templo». Y ahí sigue el templo, después de estos 90 años, esperando a más generaciones de lebaniegos.


Fuentes (además de hemeroteca):
  • GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ, J.M., "El Concejo de San Sebastián", Junta Vecinal de San Sebastián, 2015, pp. 144-145.
  • MAZARRASA MOWINCKEL, K., "Catálogo monumental de Liébana", Eturalt, 2014, p. 309.
  • También en esta sección: