Píldoras de Historia

La fiesta de San Vicente en Potes hace un siglo

Gabino Santos Briz

22/01/2019

Durante muchas décadas, el Lignum Crucis era bajado desde Santo Toribio hasta Potes el 22 de enero, fiesta de su patrono, San Vicente Mártir. En la primera mitad del siglo XVII se trasladó la bajada a Pentecostés. Muy probablemente desde entonces la fiesta de San Vicente pasa a un segundo plano. Lo vemos con ejemplos del primer tercio del siglo XX.

«Es la romería de Potes, la fiesta de su Santo Patrono, San Vicente Mártir, la que con menos regocijo y aparato se celebra entre todos los pueblos de Liébana. Es nada más, como un día de fiesta o un domingo cualquiera. Son muy contados los forasteros que en este día vienen a Potes a participar de la fiesta».

Esto publicaba en 1929 el periódico comarcal La Voz de Liébana, que seguía señalando que «La parte más solemne es la religiosa», citando la misa de tres capas de la mañana y el rosario de la tarde, tras el cual «se celebró la procesión con la imagen del Santo recorriendo las calles céntricas del pueblo». El baile en los portales de la Plaza a los acordes del organillo fue el único acto profano.

Imagen de San Vicente Mártir de Potes. Foto del Arciprestazgo.

Pocos años antes, en 1925, el corresponsal en Potes del periódico santanderino El Cantábrico se había expresado en similares términos:

«Potes, después de ser la capitalidad del partido y de contar con fuertes elementos, tanto oficiales como particulares, teniendo también un gran comercio, es, a nuestro juicio, el que menos se distingue en la organización de festejos. Si bien es verdad que la fiesta grande, la que más se celebra en Potes, es la Santísima Cruz, el 14 de septiembre, no lo es menos, ni eso quiere decir, que al Santo Patrón de la villa se le tenga poco menos que en olvido el día que se celebra su santo. Un animado programa, aunque éste fuera de pocos gastos, siempre atrae forasteros que dejan algo...».

Escribía esto "El Duende de Liébana" después de haber relatado que la fiesta religiosa fue por la mañana, a las diez, rindiéndose culto a la imagen del Santo; que, por la tarde, y hasta altas horas de la noche, hubo baile animado en los soportales de la Plaza de la Constitución; y que en «el elegante teatro de la villa se proyectó el hermoso drama cinematográfico en cinco partes, de la casa "Seleccine", "La tragedia de Sato", que gustó mucho al distinguido público que asistió, finalizando la sesión con la bonita cinta cómica "El pescador de caña", que resultó movida y de gusto. El público quedó muy complacido de este programa y el empresario, don Jesús de Celis, recibió felicitaciones muy merecidas».

Otros años las crónicas van en el mismo sentido. En 1915 se dice en La Voz que la fiesta «pasó ayer sin que en otra cosa se conociera que en la parte religiosa de la festividad», con la misa solemne, a la que asistió el ayuntamiento en pleno, en la que «la capilla que dirige el Organista don Severino Alonso y de la que forman parte los cantores don Agapito Fuentes, don Sergio Ibáñez y don Francisco Galiante, cantó con gran afinación la hermosa misa de Perossi».

Sigue la crónica diciendo que «la parte profana de la fiesta quedó reducida al concierto que la Banda municipal que dirige el maestro Viñas dio en la Plaza por la tarde y que la gente aprovechó para pasear y bailar en los soportales, único medio de entrar en calor, porque el día estuvo de riguroso invierno, lloviendo y granizando sin cesar y con viento frío que hacía más desagradable la estancia al aire libre».

Este mismo mal tiempo se repitió cuatro años despues, en 1919, «contribuyendo a que la desanimación fuera aún mayor que otros años en semejante día». Junto a la solemne función religiosa, a la que asistieron numerosos fieles, sólo hubo el baile en los «portales nuevos», así que «cada uno festejó al Santo a su manera; unos en sus casas, otros en las tabernas que estuvieron concurridísimas».

En 1923 se achaca al hecho de caer lunes, coincidiendo con el mercado, el que la fiesta pasara más desapercibida que otros años. Se limitó a la misa solemne y «por la noche un poco de baile, y no tan poco de ruido y alboroto por las calles, a cargo de unos cuantos que parece que toman por obligación el no dejar dormir y descansar a los vecinos».

Valgan estos ejemplos de cómo se celebraba la fiesta del Patrono de Potes. Como vemos, con la misma sencillez que en 2019.


Enlaces relacionados:

- Por Pentecostés, la Cruz a Potes


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