Gabino Santos Briz. 24/7/2020

El Centro de Interpretación de la Naturaleza del Parque de Picos de Europa de Tama cumple 15 años. Fue inaugurado el 20 de julio de 2005 por el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, con la asistencia de Jesús Oria, entonces consejero de Ganadería del Gobierno de Cantabria, y de Jesús María Cuevas, alcalde de Cillorigo. Culminaban así las obras de un edificio innovador diseñado para el Organismo Autónomo Parques Nacionales por los arquitectos Conrado Capilla Frías y José V. Vallejo Lobete, que supusieron una inversión de once millones y medio de euros.

El proyecto fue realizado en el año 1999, con dudas sobre el emplazamiento que, finalmente, fue el solar de Sotama ofrecido por el Gobierno de Cantabria. Las obras fueron ejecutadas entre 2001 y 2003 por la empresa Ferrovial-Agromán. Tras dotarlo de contenido, el Centro fue inaugurado aquel 20 de julio, si bien pocos días después tuvo que cerrar temporalmente para subsanar unos fallos detectados en el sistema de seguridad contra incendios.

Los arquitectos obtuvieron con este proyecto el XI Premio de Arquitectura "Antonio Ortega Ferrández-Julio González Alloza" 2003-2004, concedido por el Colegio de Aqrquitectos de Cantabria. Además, fue seleccionado entre los finalistas a los Premios FAD Arquitectura e Interiorismo 2005.

EL EDIFICIO

«Para el diseño del edificio, una premisa clara fue evitar la sensación de distancia con los Picos, así que la piedra que recorre los muros deja atravesar el viento, y que éste entre en contacto con los visitantes, que intuyan la oscuridad de las minas de blenda, la sensación de la madera amontonada durante su secado. Una rampa de acceso descendiente desde el terreno conduce al interior del módulo base, que a través de una pequeña puerta se muestra al turista un gran vestíbulo de 15 metros de altura, cuya iluminación penetra de forma natural a través de sus paredes. Los miradores, vacíos, patios, flora, materiales y viento forman parte activa de la creación de un microespacio íntimamente relacionado con los Picos».

«La estructura del edificio se divide de forma clara en dos elementos protagonistas: una plataforma extensa y trapezoidal de aspecto y formación pétrea. Un zócalo apostado en el terreno con unas dimensiones máximas de 80 y 60 metros y una estructura de hormigón armado vestido de piedra, que aloja el exceso del programa respecto del volumen principal. Todos los alzados laterales de esta plataforma, incluidas las rampas y perforaciones internas, están limitadas y conformadas por gaviones de piedra del lugar.

Sobre esta base, el segundo volumen se erige mediante tablas de madera superpuestas sucesivamente, como si de lamas se tratase, a imitación de las cercanas serrerías (donde este método se emplea para secar las maderas). Estas lamas sustituyen al cerramiento realizado con ramas de avellanos trenzados propuesto inicialmente. Este bloque más alto es por tanto el encargado de albergar las distintas estancias: grandes salas temáticas y de exposiciones desde donde contemplar el paso del Deva, además de salas de audiovisuales, conferencias y oficinas diseminados por las distintas plantas del volumen. También allí el visitante puede encontrar otros servicios como biblioteca y un gran mirador».

Piedra y madera, dos materiales constructivos tradicionales en Liébana, tienen, así, su protagonismo en un edificio innovador, que es también bioclimático, dotado de paneles solares y que se preveía rodear de árboles autóctonos.

Leemos lo entrecomillado en este enlace, junto a una entrevista a los arquitectos en la que dicen que: «El edificio pretende mostrar el parque a personas que no pueden internarse en él. Además de las cuestiones museísticas más habituales, la propia arquitectura pretende trasladar sensaciones, los vacíos y las estrechas gargantas, las diferentes alturas y proporciones, las empinadas rampas de los Picos están presentes en los recorridos. Por otro lado el ruido del cercano río Deva, el viento del desfiladero e incluso la niebla de los Picos se introduce en el edificio a través de las lamas de madera».

EL CENTRO DE INTERPRETACIÓN

Se dotó al Centro de elementos expositivos permanentes, acompañados de audiovisuales, que muestran el origen de los Picos de Europa, su flora, su fauna y la utilización que el hombre ha hecho del territorio a lo largo de la historia.

El edificio pretendía convertirse en un referente para los miles de visitantes que cada año visitan el Parque Nacional de Picos de Europa. Sin embargo, para serlo, debe contar con un contenido adecuado, convenientemente actualizado. Por esto, y por su costo, ha merecido algunas críticas como la que puede leerse en este comentario .

Quizás por ese contenido, el número de visitantes del Centro de Interpretación en 2016 (último año del que he conseguido datos) es notablemente inferior al de seis años antes. En 2010, cuando alcanzó su máximo, 65.997 personas accedieron al centro de Sotama; en 2016 fueron sólo 40.191.

Esperemos que este aniversario sirva de impulso para reforzar sus contenidos y conseguir un aumento de visitantes.

ARQA (incluye planos).