"Píldoras de Historia"

Propuestas sobre el ayuntamiento único en 1920 y 1970

Gabino Santos Briz

Entre septiembre de 1919 y junio de 1920 La Voz de Liébana publicó una serie de seis artículos escritos por Ricardo Díaz Cuevas, profesor de segunda enseñanza y abogado, natural de Perrozo, en los que defendía un ayuntamiento único para Liébana que agrupara a los seis existentes (dejaba fuera de su propuesta al de Tresviso). En ellos llegó, incluso, a presentar un resumen de los presupuestos de los ayuntamientos de la época y una estimación de un posible ahorro derivado de la fusión.

No era la primera vez que aquel periódico comarcal abogaba por el ayuntamiento único, pero esta vez el apoyo de la Sociedad Económica de Amigos del País de Liébana, de la que Díez Cuevas era socio, dio a la propuesta un mayor alcance.

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«La Sociedad Económica de Amigos del País considera conveniente a los intereses generales de Liébana la constitución de un solo Ayuntamiento, y debe tomar la iniciativa para expresar la opinión de los actuales Ayuntamientos, y de las personas de más significación en Liébana». Así decía el acuerdo de la Económica adoptado el 4 de julio de aquel año 1920, consecuencia del cual fue el pronunciamiento que al respecto hicieron en los meses siguientes algunos de los ayuntamientos lebaniegos. En realidad, debió ser el de Potes el único que lo trató en serio, creando una comisión que elaboró un informe (que La Voz de Liébana publicó), cuyas conclusiones ratificó el Ayuntamiento que tomó el acuerdo de que «ve con gusto la idea de constituir un solo Ayuntamiento comarcal en toda Liébana y está dispuesto a prestarle su apoyo por considerarlo beneficioso para los intereses generales de la Región».

Pese a la insistencia durante los meses siguientes, como es obvio, la propuesta no salió adelante. Como tampoco prosperó cuando cincuenta años después se volvió a suscitar el tema en la revista Luz de Liébana.

Fue en febrero de 1970 cuando Marcial Martínez, "Don Marcial", sacó el tema a propósito de la noticia surgida por aquellas fechas de que el nuevo ministro de Gobernación había manifestado su intención de reestructurar ayuntamientos y diputaciones. Don Marcial lanzaba en aquel artículo una serie de preguntas: «1º ¿Conviene y es factible un solo Ayuntamiento en Liébana con Peñarrubia con capital en Potes? 2º ¿Conviene que haya cuatro, uno en cada valle y uno en Potes como capital urbana y enlace de todos, agregando Peñarrubia a Cillorigo o Peñarrubia sólo con Bejes y Tresviso? 3º ¿Conviene que desaparezcan las juntas vecinales, concentrando todos sus fondos y derechos en los 4 o 5 Ayuntamientos respectivos? ¿Conviene dejarlo como está dándole a los Ayuntamientos medios económicos para poder hacer algo y subsistir?».

En los números siguientes de Luz de Liébana D. Marcial muestra su posición, en contra del ayuntamiento único (que fundamenta en la mentalidad más urbana de Potes y en su indiferencia ante los problemas agrícolas) y a favor de la reducción a cuatro de los "ayuntamientos rurales" de la comarca, con sedes en Puente Asnil, Camaleño, Tama y La Vega, desapareciendo los de Tresviso, Pesaguero y Peñarrubia. Y la revista recoge también las respuestas de algunas personas a aquellas preguntas. Así, Eduardo García Llorente se mostraba partidario de un «supraorganismo lebaniego», «que nunca sería un organismo más, que sobrados hay en la región, sino uno que ejerciera con espíritu de equipo, y con todas las garantías posibles hasta donde fuera conveniente, las funciones de tanto micro-organismo como prolifera actualmente en los medios lebaniegos, y que, dada su propia insignificancia, y teniendo en cuenta las peculiares característica regionales, carecen de los más elementales medios en el más amplio sentido, para subsistir dignamente y con eficacia».

Heraclio González, por su parte, respondía con contundencia: «Si no fuera antieconómico, antisocial y otras negaciones no menos graves, sería, cuando menos, ridículo en esta época, tolerar por más tiempo la caricatura de unos Ayuntamientos minimizados y dominados durante tantos años, "veris nolis", por su régulo correspondiente». Frente a ello, decía, un solo ayuntamiento «tendría mayor fuerza moral, social y política ante los organismos provinciales y del Estado; su desarrollo sería más importante en todos los órdenes; la riqueza comunal estaría al servicio de todos y no al de un pueblo o Ayuntamiento determinados y de ningún modo al servicio de cualquier particular».

Hace 100 y hace 50 años, con más del doble de población que la actualmente existente, se discutía en los medios de comunicación lebaniegos sobre la conveniencia de un ayuntamiento único. ¿Y ahora? Pese al fracaso en las últimas elecciones municipales de Vecinos por Liébana, la agrupación electoral que defendía ese ayuntamiento único, ¿no procede profundizar en el tema?

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