Píldoras de Historia

Castaños en Pendes en 1660

En las proximidades del pueblo de Pendes se encuentra el castañar de El Habario, conjunto de castaños de varios siglos como denota el gran grosor de sus troncos. Que hayan llegado así hasta hoy probablemente no sea fruto de la casualidad. En las Ordenanzas del pueblo de 1660 se recogían normas que pueden ayudar a explicarlo.

En efecto. En el capítulo 16 (hoy sería artículo 16) de esas Ordenanzas se establece:

«Yten ordenaron y mandaron que ningún vecino del dicho concejo ni otro por su mandado no sea osado de cortar castañar ninguno ni rama de ningún castañar del dicho concejo si no fuere con licencia y mandado de su dueño del tal castañar, so pena de dos reales [...] y demás de esto su dueño pueda pedir ante la justicia como viere que le conviene».

Vemos, pues, que los castaños, que eran de propiedad privada (tenían dueño), eran protegidos por el Concejo. Y no sólo se les protegía de la corta. En el siguiente capítulo se decía:

«Yten ordenaron y mandaron que ningún vecino de dicho concejo ni otra persona ajena alguna no sean osados de sacudir ni apedrear castañar ajeno del dicho concejo y sus términos ni le arredondear con ijada ni palo ni pértiga alguna en tiempo que esté cargado de castañas sin licencia de su dueño, so pena de dos reales para los gastos del concejo y además de esto el dueño del tal castañar pueda por vía de acusación o como viere le convenga [...]».

Pero no se queda la cosa en proteger los castaños existentes. También ordenan plantar más. Así lo establecen en el capítulo 34:

«Yten ordenaron y mandaron que por cuanto de la arbolia se reduce mucho bien a la república de este pueblo [y] de unos años a esta parte han destruido mucha arbolia, por ende ordenaron y mandaron que cada vecino del dicho concejo en cada un año para siempre jamás tenga obligación a plantar y plante cuatro árboles ora sean castañares o nogales o de otro cualquier género de arbolia frutal y los de presos, so pena de un real a cada vecino que no lo hiciere y de esta pena no sea quito».

Vemos, por tanto, cómo el Concejo de Pendes se preocupaba en 1660 por su arbolado, castaños en particular. No es casualidad, por tanto, que hoy en día, gracias a aquellos lebaniegos previsores podamos disfrutar de entornos como El Habario.


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© Gabino Santos Briz, para valledeliebana.info


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